Girona es uno de los equipos que presenta una mayor transportabilidad en su juego a equipos de formación, por ello venimos a daros las claves del juego de transición que se pueden aplicar a todas las categorías de formación.
A través de ellos, podemos encontrar muchas situaciones espejo en detalles que nos ayudarán a construir buenos hábitos para desarrollar un potente juego de transición. Esto ayudará a dinamizar nuestro juego y ser menos predecible a ojos del rival.
Estas son las 7 claves de juego de transición del Básquet Girona que puedes aplicar en categorías base
1. Aprovechar el saque rápido
Con la implantación desde la pasada temporada del “saque rápido” en campo defensivo, esta norma nos ha acercado a la que solemos tener en categoría de minibasket. Pero adaptándonos a ello podemos ver cómo se puede usar como herramienta en el juego de transición. Así, hemos podido ver cómo han generado ventaja activándose antes que el rival y obteniendo esa superioridad numérica poniendo el balón en juego a toda velocidad.
2. Cambiar el chip para enfocarnos en el juego de transición
En la misma línea que la clave anterior, conviene trabajar la capacidad para anticipar la recuperación y proyectarse en ataque, cuando el balón está en “proceso” de ser recuperado. Esa voluntad de cambiar anticipar la fase de ataque, provoca que no pocas veces se generen opciones de superioridad a campo abierto.
En este vídeo se ofrece un ejemplo de como cambiar el chip y tener una perspectiva propia del juego de transición.
3. El primer pase
Habitualmente infravalorada la importancia de ese primer pase. Conviene conminar a los reboteadores a ser muy rápidos deshaciéndose del balón y receptores capaces de ofrecer esa línea abierta para no perder décimas valiosísimas.
Sobre todo en formación, dentro de las posibilidades de cada jugador, hay que tratar de equilibrar el permiso para progresar en bote sobre esa acción de rebote con no frenar la acción de contraataque.
En este vídeo se puede analizar otra de las claves del juego de transición.
4. El segundo pase, necesario en el juego de transición
Otra idea sencilla que tratar de implementar para mejorar el juego de transición es trasladar el balón a campo ofensivo tan rápido como sea posible. Con esa filosofía, cualquier perfil es bueno para conectar en transición y convertirse en amenaza para el aro rival en primeros segundos de posesión.
Esa permutabilidad de las piezas (muy explotable en transición) nos ayudará a generar espacios de expresión para una buena cantidad de jugadores.
5. El pase en diagonal y los dogmas
Antiguamente estaba muy mal visto ese pase en diagonal en transición. La amenaza del robo y la cantidad de metros que ha de volar el balón hasta llegar al receptor parece que intuitivamente lo desaconseja.
Sin embargo, trabajando la lectura del escenario y los elementos técnicos necesarios para que el pase sea suficientemente tenso, es una buena opción para ganar metros en el contraataque.
6. Ocupar la zona para abrir el triple
Sin esfuerzo y constancia para correr la pista (a veces sin obtener resultado) resulta imposible construir un equipo orientado a la transición. Algo que habitualmente hacen con gran acierto es contraer a la defensa y embotellarla en su zona.
Manejadores muy verticales y sobre todo grandes dispuestos a correr, amenazan el aro y obligan a la defensa a protegerse y ceder tiros abiertos.
7. La carrera al aro importantísima en el juego de transición
Decía Ibon Navarro que tu equipo corre lo que corren tus grandes. Y vaya que si se implican los de Girona. Obsesión por ganarle la carrera al aro a su par. Gracias a eso, producción al por mayor de ventajas.
Si se consigue que los “grandes” sean la punta de lanza en la transición, las posibilidades de éxito para el ataque se multiplican.
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